Digo con orgullo que soy de Lamiana, una aldea del municipio de Tella-Sin (Huesca), donde nací, crecí, formé mi familia y vivo. Sin lugar a dudas, lo más importante de mi vida ha transcurrido aquí, en un entorno natural fantástico, en el límite del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. 

Reconozco que la vida en Lamiana nunca ha resultado fácil, debido a la falta de servicios y al difícil acceso por carretera. La mejora de todos estos servicios en el municipio que presido, conformado por aldeas y pueblos pequeños de montaña, motivó que me presentara a las elecciones municipales en diferentes etapas. Al principio, fui concejal y ahora cumplo mi tercera legislatura al frente del Ayuntamiento de Tella-Sin como alcalde.

Me encanta vivir en esta aldea, donde habitaron mis antepasados y ahora también mis descendientes. Conservo un estrecho vínculo con esta zona en la que me he criado y mantengo la explotación ganadera extensiva heredada de mis padres, que me he encargado de actualizar, modernizar e innovar, al margen de mi trabajo.

Como ya he relatado en líneas anteriores, mi máxima “ambición”, si se me permite la expresión, pasa por facilitar y mejorar los servicios mínimos, tan imprescindibles como la luz eléctrica, que todavía no llega a algunas de nuestras aldeas. Disponer de servicios en municipios tan pequeños significa propiciar el asentamiento de población, y aunque reconozco que es difícil, merece realmente la pena, ya que todo el municipio es precioso y ofrece una excelente calidad de vida

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Feliciano Sesé Cazcarra